¿Cómo revelar fotografía analógica?



Antes de que pienses que esto no es para vos y dejes de leer, dejanos decirte que el revelar fotografía analógica en casa es un juego de niños, así que en primer lugar sacate el miedo a arruinar un negativo y dale una oportunidad al revelado en casa.

¿Qué necesitamos para revelar un negativo en casa?

Fundamentalmente dos cosas:



El resto de elementos son cosas que todos tenemos por casa, tales como botellas (donde almacenar los químicos), un embudo (para introducir los químicos en su botella), un termómetro (para medir la temperatura de los químicos), unas tijeras (para cortar la película del rollo) y unas pinzas de cualquier tipo (de colgar la ropa o de oficina con las que colgar nuestros negativos durante el secado). Eso es todo. El revelado de fotografía analógica en casa ya no parece algo tan complicado ¿verdad?

¿Qué es un tanque de revelado?

Es un cilindro generalmente de plástico en el que dentro encontramos una espiral. Esta espiral sirve para colocar dentro de ella la película del rollo y que la química contacte con toda su superficie uniformemente.

Introducir la película dentro es realmente sencillo, basta con introducir el comienzo del rollo en el alojamiento que tiene para tal fin, y agarrando la espiral con las dos manos y mediante giros de muñeca, veremos que gracias a las dos bolitas metálicas que tiene, la película irá corriendo hacia dentro.

revelado blanco y negro analógico


revelado blanco y negro analógico


revelado blanco y negro analógico


Podemos encontrar tanques de múltiples tamaños, para una espiral, dos espirales e incluso de ocho. Por supuesto, la capacidad del tanque no será la misma para una espiral que para ocho.


¿Qué químicos necesitamos?

En este punto dependerá de si nuestro rollo es en color o en blanco y negro, pero en este artículo nos centraremos en la segunda opción ya que es más sencilla y por donde os recomendaría empezar con vuestros revelados.



Para revelar una película en blanco y negro necesitamos mínimo dos químicos, aunque yo recomiendo utilizar cuatro. Vamos a verlos uno por uno.

Revelador:

Y este es todo el misterio del revelado de fotografía analógica en blanco y negro. Su función es convertir todos los cristales de haluro que contienen algún átomo de plata, expuestos durante la fotografía, en plata metálica negra, creando así la imagen negativa en nuestra película. Existen reveladores en polvo o en líquido, pero todos deben diluirse en agua en las proporciones que indique el fabricante. A mayor disolución, reducimos contraste y aumentaremos el grano, si utilizamos una disolución menor, todo lo contrario.

Baño de paro:

Se trata de un químico con un PH ácido que detiene la acción del revelador. No es absolutamente necesario, pudiéndose sustituir por un baño de agua con vinagre, pero por el precio que tiene merece la pena emplear productos específicos para tal fin.

Fijador:

Elimina las partículas sensibles del negativo en las que no ha actuado el revelador por no haber sido expuestas a la luz y prolonga la vida de nuestro negativo.

Humectante:

Este es otro químico que no es de obligado uso pudiendo ser sustituido por agua y unas gotas de detergente, aunque por el precio que tiene tampoco merece la pena prescindir de él. Su función es crear una película resbaladiza sobre la película del negativo (valga la redundancia) para evitar que queden marcas de agua durante el secado.


Proceso de revelado

En primer lugar, para revelar fotografía analógica tenemos que localizar un cuarto oscuro. No sirve una habitación donde haya rendijas de luz de la ventana, o existan aparatos que emitan algún tipo de luz por pobre que sea (como el piloto de una televisión), debe ser un lugar absolutamente oscuro.



Una vez comprobado esto, debemos llevarnos a ese cuarto tres cosas, el tanque de revelado, la película y las tijeras.

1. Preparación del tanque de revelado

En completa oscuridad, comenzamos introduciendo la lengüeta de la película dentro de la espiral como vimos antes. Una vez la película está completamente dentro de la espiral, cortamos la película para deshacernos del rollo, metemos la espiral con la película dentro en el tanque, lo cerramos con la tapa y ya podemos encender la luz.

2. Revelado

Comprobamos que la temperatura del revelador se encuentra en torno a los 20º. Una vez alcanzada esta temperatura, volcamos tanta cantidad de revelador como capacidad tiene nuestro tanque.

Durante el primer minuto de revelado realizaremos volcados suaves y constantes del tanque para que actúe bien sobre toda la película. Una vez pasado el primer minuto, daremos tres o cuatro golpes en la base del tanque para eliminar las posibles burbujas que se hayan podido crear y dejaremos reposar. El tiempo restante, realizaremos varias agitaciones (tres o cuatro bastarán) al finalizar cada minuto y dejamos reposar (sin olvidar los golpes para eliminar las burbujas).



El tiempo de revelado, dependerá de la película utilizada, de la iso a la que se disparó, del revelador empleado y de la disolución a la que utilicemos el revelador. Una vez finalizado el tiempo, volcaremos el contenido del tanque desechándolo o reciclándolo si tenemos intención de reutilizarlo.

3. Baño de paro

Sin demorarnos mucho, volcaremos el baño de paro en el tanque. Realizaremos 10 o 15 volcados del tanque, daremos los golpes en la base del tanque y dejaremos que el químico actúe durante 2 minutos. Llegado ese tiempo desechamos el químico o lo reutilizamos.

4. Fijado

Llenamos el tanque con el químico fijador y hacemos el mismo proceso que durante el revelado. Volcados constantes durante el primer minuto, y varios volcados al finalizar cada minuto. Este proceso dura entre 5 y 8 minutos dependiendo la frescura del fijador. Nuevamente volcamos el contenido deshaciéndonos de él o reciclándolo.

5. Lavado

En este paso recomiendo utilizar el Método Ilford. Éste consiste en llenar el tanque de agua, realizar un volcado y tirar el agua, volvemos a llenar y hacemos lo mismo pero con cinco volcados, repetimos la operación con 10 volcados, nuevamente con 20 volcados y con esto ya tendríamos el negativo limpio y libre de restos de química.

6. Humectado

Llenamos el tanque con el humectante, realizamos 10 volcados, y lo dejamos reposar durante 2 o 3 minutos. Por último devolvemos el químico a su botella y ya tendríamos el negativo listo para el secado.

7. Secado

Para secar el negativo, ayudándonos de pinzas, que cada uno busque la manera que mejor le convenga, tratando de que quede colgado y con un peso (un par de pinzas, por ejemplo) en la base del negativo para que este quede estirado y no se combe. El secado durará más o menos tiempo dependiendo de la humedad de vuestra zona, el calor, etc. Yo recomendaría dar varias horas de secado para asegurarnos.



Un consejo es colgar el negativo a secar en el baño y dejar correr 2 o 3 minutos el agua de la ducha con el fin de crear vapor en la habitación. Aunque de esta manera prolongaremos el tiempo de secado, conseguiremos que el vapor generado impida que el posible polvo que hubiese circule por el aire y termine adherido a nuestra película.


¡ESO ES TODO!
No hay más misterios sobre el revelado de fotografía analógica en blanco y negro

La verdad es que el proceso no lleva más de 15/20 minutos y si queremos ahorrar tiempo podemos hacernos con tanques de varias espirales, para de este modo, revelar varias películas a la vez (siempre teniendo en cuenta que sean de la misma ISO).